Hace unas semanas, Madrid acogía el XXXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad. Una cita que, como una de las clínicas de reproducción asistida de Madrid, nos interesa especialmente. En el evento se puso sobre la mesa un dato relevante: alrededor del 7% de los nacimientos en España son ya fruto de técnicas de reproducción asistida.
Los expertos advierten de que, en los próximos años, la preservación de la fertilidad y la prevención de las enfermedades genéticas modificarán completamente el modelo reproductivo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2015 se registraron 420.290 nacimientos por estas vías. Datos que corrobora el Registro Nacional de Actividad de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad revela además un incremento del 9% en tratamientos de reproducción asistida con respecto al año 2014.
A la luz de estas cifras, España está hoy a la cabeza europea en reproducción asistida. A nivel mundial, solo nos superan EE UU y Japón. En Reprofiv creemos firmemente en la importancia de la investigación en materia de reproducción. Sobre todo teniendo en cuenta que en España se llevan a cabo más de 166.000 tratamientos de fertilidad al año. De esos, 127.809 son ciclos de reproducción asistida.
El futuro de la reproducción asistida
Desde la Sociedad Española de Fertilidad confirman que en la próxima década se dará un aumento en el número de tratamientos y no sólo entre pacientes con problemas reproductivos. Apuntan además a que los procedimientos son cada vez más simples, que se van a abaratar los costes y que bajará el número de embarazos múltiples.
Es importante tener en cuenta que la finalidad de la reproducción asistida es que nazcan bebés sanos y no retrasar la edad de tener hijos. Entre otras cosas, porque en edades avanzadas se dan más complicaciones en la gestación como desprendimientos de placenta, preclampsia e hipertensión. De hecho, diversas voces del sector sostienen que a partir de los 50 años no deberían realizarse estas técnicas. La cuestión es que la demanda de estos tratamientos crece teniendo en cuenta que las mujeres cada vez posponen más el momento de tener a su primer hijo.