
La infertilidad secundaria es un proceso por el cual muchas madres y padres pasan mientras buscan un hermanito o hermanita para su bebé. A menudo las parejas no entienden por qué después de un primer embarazo el segundo no llega tan fácilmente.
Más de 1 año intentándolo y nada. La infertilidad secundaria tiene los mismos efectos en los progenitores que la infertilidad como tal (ansiedad, frustración, negación…), por lo que es muy importante normalizar esta situación y hablar de ella.
¿Qué es la infertilidad secundaria?
Como ya hemos dicho, la infertilidad secundaria se da cuando no se logra el embarazo o se sufren abortos después de haber tenido, al menos, un hijo. Se puede considerar infertilidad secundaria a partir de haber mantenido relaciones sexuales sin protección por un período superior a 12 meses.
Un factor clave es la edad, como pasa siempre en los casos de infertilidad, por lo que si la madre es mayor de 35 años el período de búsqueda de embarazo donde se puede barajar una infertilidad secundaria se reduce a 6 meses en vez de 12. Si al cabo de estos meses el embarazo no ha llegado es momento de contactar con un especialista, ya que puede afectar tanto a hombres como a mujeres y es necesario realizar estudios de fertilidad a ambos.
Causas
Las causas de la infertilidad, tanto primaria como secundaria, son las mismas por lo que, cualquier cambio de hábito de vida puede haber alterado la fertilidad de tus óvulos o esperma. La causas son diferentes en hombres y mujeres, siendo las más comunes entre las mujeres las siguientes:
- La edad: es el mayor factor para padecer infertilidad. Esto se debe a que la mujer cada vez retrasa más el momento de ser madre y aún es más notable con la búsqueda del segundo hijo. La cantidad y calidad de los ovocitos desciende a partir de los 35 años, y a partir de los 38 el riesgo de aneuploidías, o alteraciones cromosómicas, en los embriones también crece rápidamente.
- Baja reserva ovárica: se da cuando la población de óvulos es menor que lo esperado para la edad
- Endometriosis.
- Problemas en el útero: principalmente miomas o pólipos.
- Alteraciones del metabolismo (sobrepeso/obesidad y problemas de tiroides, básicamente)
- Cualquier tipo de hábito nocivo como alcohol, tabaco o consumo de drogas.
Mientras que las causas más comunes entre los hombres son:
- Descenso significativo en la cantidad y calidad del esperma, suele deberse a la edad o a hábitos poco saludables.
- Detección de algún tipo de patología que afecte al aparato reproductor como puede ser la eyaculación precoz, algún tipo de infección o trastorno hormonal.
- Sufrir sobrepeso, diabetes o consumir alcohol, tabaco y otras sustancias.
Tratamientos
Antes de comenzar con cualquier tratamiento de fertilidad es necesario realizar una serie de pruebas para establecer qué integrante de la pareja es el que presenta mayor posibilidad de infertilidad o si se debe a ambos (infertilidad mixta).
Las pruebas son las mismas que se realizan frente a la infertilidad primaria, es decir, estudios como el EFM (Estudio de Fertilidad Masculino) o un estudio de la reserva ovárica. Además de análisis completos, estudio hormonal basal, ecografías o un examen físico.
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