
Según datos de la Office of National Statitics (ONS) de Reino Unido, los embarazos en mujeres de 40 ó más años se ha cuadruplicado en las últimas 3 décadas. Así, mientras en 1982 el 5,5% de los bebés nacían de mujeres mayores de 40 años, en 2012 este porcentaje subía hasta el 19%.Cada vez más mujeres retrasan el momento de ser madres en interés de sus carreras laborales, estabilidad de pareja, consolidación económica, etc y este retraso, en términos biológicos, se traduce en que las células reproductoras femeninas, los ovocitos, vayan reduciéndose en número y en vitalidad.
Pero no solo la edad afecta a los ovocitos, también la quimioterapia, en menor medida la radioterapia y algunas predisposiciones genéticas provocan daños, esta vez prematuros, en la reserva ovárica.
La vitrificación es un proceso de congelación celular “ultra-rápido” que permite conservar embriones y ovocitos con seguridad a -196 grados centígrados durante largos períodos de tiempo. Este proceso hace posible que mujeres jóvenes diagnosticadas de cáncer puedan preservar su fertilidad antes de que comience su tratamiento de quimio o radioterapia y permite también que, ante la necesidad social de retrasar la maternidad, la capacidad de ser madre en el futuro se mantenga con unas opciones parecidas a las que tiene la mujer en el momento de la vitrificación.Según datos de la Office of National Statitics (ONS) de Reino Unido, los embarazos en mujeres de 40 ó más años se ha cuadruplicado en las últimas 3 décadas. Así, mientras en 1982 el 5,5% de los bebés nacían de mujeres mayores de 40 años, en 2012 este porcentaje subía hasta el 19%.Cada vez más mujeres retrasan el momento de ser madres en interés de sus carreras laborales, estabilidad de pareja, consolidación económica, etc y este retraso, en términos biológicos, se traduce en que las células reproductoras femeninas, los ovocitos, vayan reduciéndose en número y en vitalidad.
Pero no solo la edad afecta a los ovocitos, también la quimioterapia, en menor medida la radioterapia y algunas predisposiciones genéticas provocan daños, esta vez prematuros, en la reserva ovárica.
La vitrificación es un proceso de congelación celular “ultra-rápido” que permite conservar embriones y ovocitos con seguridad a -196 grados centígrados durante largos períodos de tiempo. Este proceso hace posible que mujeres jóvenes diagnosticadas de cáncer puedan preservar su fertilidad antes de que comience su tratamiento de quimio o radioterapia y permite también que, ante la necesidad social de retrasar la maternidad, la capacidad de ser madre en el futuro se mantenga con unas opciones parecidas a las que tiene la mujer en el momento de la vitrificación.Preservar la fertilidad mediante la vitrificación de ovocitos ofrece unas garantías de éxito de en torno al 60% cuando no hay causas de esterilidad y menores dependiendo de si existe alguna patología reproductiva añadida.En cuanto al coste, se corresponde con el de un tratamiento de Fecundación In vitro (FIV) con el añadido del propio proceso de vitrificación y conservación de los gametos en un criobanco.Mejor antes de los 35 añosA pesar de todos los avances, no existe ninguna técnica de reproducción asistida que pueda compensar completamente el descenso natural de la fertilidad que se produce con la edad.Se aconseja realizar la preservación de la fertilidad antes de los 35 años y no se recomienda en mujeres mayores de 38 años. Sin embargo, su práctica se puede justificar en función de la reserva ovárica en cada caso individual.Antonio Alcaide. Biólogo de Reprofiv